La epidemia ha sido la gota que colma el vaso. El orden social existente sirve enteramente a los intereses de una pequeña minoría, y se descuidan las necesidades básicas, los derechos y las libertades de la gran mayoría de la sociedad. Las crisis económicas, las guerras se han convertido en parte de la vida cotidiana y problemas como el desempleo y el hambre se han convertido en una pesadilla que afecta a cientos de millones de personas.
No hay una versión buena o mala de este orden; no hay manera de curarlo. Es obvio que los Estados Unidos, definidos como una superpotencia, y Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, que son bendecidos como civilizaciones europeas, han caído durante la última epidemia.
Turquía también está pagando el precio de no derrocar este sistema de explotación que produce reacción, oscuridad, misoginia y anticientifismo.
No queda tiempo. Debemos tomar las medidas para deshacernos de este orden que amenaza a la humanidad en su conjunto. Deberíamos hacer de Turquía un ejemplo. El TKP aspira al poder para establecer un orden social igualitario, justo y libre. Y en este orden;
1. Nadie explotará a nadie.
2. El desempleo desaparecerá.
3. La salud y la educación serán igualitarias y gratuitas para todos.
4. Las necesidades básicas de los ciudadanos, alojamiento, agua, calefacción, iluminación, comunicación y transporte público serán gratuitas.
5. La sociedad se organizará, la política dejará de ser un interés de una minoría y todos los ciudadanos participarán en la toma de decisiones.
6. La religión y el estado estarán separados el uno del otro.
7. Gracias a la economía planificada, los recursos del país se utilizarán para las necesidades y el desarrollo de la sociedad; la industria del país será fuerte y autosuficiente en agricultura, medicina, defensa; se reducirá la dependencia extranjera en energía.
8. Turquía será un país independiente, soberano, pacífico y antiimperialista.
9. Se pondrá fin a toda discriminación contra las mujeres y se garantizará la igualdad de todos los ciudadanos.
10. Se prestará todo tipo de apoyo a la labor científica, las actividades culturales y la creatividad artística.
Cuando nos quitemos de encima a las clases explotadoras parasitarias, cuando utilicemos la riqueza de nuestro bello país para toda la sociedad, no para intereses personales, estos diez elementos serán fáciles de lograr. Si quieres un país así, únete a las filas del Partido Comunista de Turquía.